Abogados de Negligencia Médica en Nueva York

misdiagnosisCuando usted visite a un médico para un revisión regular o por una preocupación específica, ya sea un síntoma sospechoso, una molestia persistente o un dolor repentino, espera que su médico ejerza la medicina de manera correcta y apropiada. Uno desea justificadamente que se tome toda su historia clínica, que se le examine de forma correcta y exhaustiva, que se solicite una gama completa de las pruebas adecuadas y que sus resultados se lean cuidadosamente.

Al combinarse de forma diligente y correcta, todos esos componentes producen lo que los médicos conocen como diagnóstico diferencial, es decir, la probable razón del problema. A partir de ahí, el médico recetará el tratamiento y los cuidado adecuados.

Desafortunadamente, en ocasiones los médicos omiten un paso. Quizás no escuchen con atención, no realicen una exploración física completa, no detecten un síntoma clave, no soliciten una prueba importante, interpreten incorrectamente una radiografía, una resonancia, una tomografía o un análisis de sangre o, quizás, simplemente no han sido capaces de resolver el rompecabezas de manera cuidadosa o completa.

En KDLM, hemos manejado cientos de casos que involucran padecimientos que no se diagnosticaron.

No hay dos casos iguales. Estos son tres ejemplos representativos de la gama de los problemas:

Síndrome de Stevens-Johnson no diagnosticado: En 2012, Jaqueline Martin, una mujer de 45 años de edad, acudió a la sala de emergencias de un hospital en la ciudad de Nueva York, donde la examinaron y la admitieron al hospital. Desafortunadamente, recibió tratamiento solo para uno de los problemas que presentaba y se le dio de alta demasiado pronto. Los médicos no habían detectado un padecimiento mucho más grave: síndrome de Stevens-Johnson. La Sra. Martin sufrió una serie de eventos terribles: más ocasiones en las que no se diagnosticó su padecimiento, demoras para tratarla y un cuidado inapropiado. En consecuencia, quedó gravemente lesionada. Tom Moore procesó el caso ante un jurado de la Suprema Corte del Bronx, que le otorgó a la Sra. Martin $120,000,000.

Lesión de la columna vertebral no diagnosticada: En 2015, Ebony Curry, una mujer de 27 años de edad, cayó de las escaleras de la casa que compartía con su hermano y su padre. La llevaron inmediatamente a la sala de emergencias de un hospital cercano en Brooklyn. Ahí, el médico de la sala de emergencias solicitó una tomografía del cuello y la columna vertebral de la Sra. Curry. Sin embargo, el radiólogo malinterpretó las placas y no se percató de que la Sra. Curry había sufrido de una lesión grave de la médula espinal. Fue enviada a casa con consecuencias catastróficas. Doce horas más tarde, un radiólogo más experimentado reconoció el error y lo registró en los expedientes del hospital. Sin embargo, nadie se comunicó con la Sra. Curry o con su familia para indicarle que buscara atención médica inmediata. La consecuencia de este error en el diagnóstico fue que la Sra. Curry sufrió de lesiones y complicaciones terribles. Tom Moore litigó el caso en Brooklyn y, mientras el juez deliberaba, los acusados llegaron a un acuerdo por $9,560,000.

Ictericia no diagnosticada: En 2013, Tom Moore se hizo cargo de un caso que fue el ejemplo perfecto de un médico y un hospital que no fueron capaces de diagnosticar un padecimiento común pero peligroso. Jaelin Sense nació en un hospital de Brooklyn en 2007 y lo enviaron incorrectamente a casa menos de 48 horas después de su nacimiento a pesar de que sus ojos se estaban tornando amarillos rápidamente y de las inquietudes que su madre expresó ante médicos, personal de enfermería y otros miembros del personal del hospital. La ictericia del bebé Jaelin rápidamente infectó su cerebro y estuvo cerca de matarlo. En la actualidad, Jaelin está gravemente discapacitado debido a que no se diagnosticó un padecimiento común pero peligroso y, más importante aún, tratable. Tom Moore litigó el caso ante un jurado en Brooklyn que otorgó a Jaelin y sus padres $26,000,000.

Las faltas de diagnósticos son un problema muy común en hospitales y consultorios médicos. Si usted o un ser querido han sufrido lesiones a causa de lo que a su parecer fue un padecimiento grave que no se diagnosticó o un tratamiento demorado, hable con nosotros. Nuestros abogados, personal médico, investigadores y asistentes legales entienden los desafíos de entablar una demanda exitosa de mala práctica médica con base en un padecimiento que no se diagnosticó. Hablaremos sobre su situación en completa confidencia y nunca habrá un cargo por una consulta. Llámenos hoy mismo al (212) 618-6800 o llene nuestro formulario de contacto en línea.